La verdad sobre el Triángulo de las Bermudas
El Triángulo de las
Bermudas
Es una amplia zona del océano entre Florida, Puerto Rico y las islas Bermudas.
Durante los últimos siglos se ha dicho que decenas de barcos y aviones han
desaparecido allí en circunstancias misteriosas, ganándose el apodo de "El triángulo del diablo". ¿Qué hay de cierto en todas
estas historias?
Mucha gente ha ido muy
lejos con ellas. Se ha llegado hasta especular que es un área de actividad
extra-terrestre o que hay alguna extraña causa natural que explica los
accidentes. Sin embargo, se trata lo más seguro de una zona en la que la gente
simplemente ha tenido mala suerte.
La idea de un triángulo maldecido es igual de fantástica que la del Bigfoot o
la del Monstruo del Lago Ness.
La mala reputación del Triángulo
de las Bermudas comenzó con Cristóbal Colón. Según sus anotaciones, el 8 de
Octubre de 1492 Colón echó un vistazo a su brújula y se dio cuenta que esta
mostraba lecturas extrañas. Al principio no alertó a su tripulación: tener una
brújula que no indicaba bien el norte magnético podría haber hecho que cundiera
el pánico entre una tripulación que ya se encontraba al límite. Fue una sabia
decisión, teniendo en cuenta que solo tres días después, tras avistar Colón
solo una luz extraña, la tripulación amenazó con regresar a España.
Estas
y otras supuestas incidencias dieron lugar al mito de que las brújulas siempre
se estropean en el Triangulo de las Bermudas, algo que es incorrecto, o al
menos una exageración. A pesar de ello, en 1970 la Guardia Costera
estadounidense, al tratar de explicar algunas desapariciones en el
Triángulo, afirmó:
Primero,
el "Triángulo del diablo" es uno de los dos lugares del mundo donde
una brújula magnética señala el norte verdadero, en lugar del magnético. La
diferencia entre ambos se conoce como "declinación
magnética". La variación puede llegar hasta los 20 grados de
diferencia a medida que un barco se desplaza. Si esta variación no se compensa,
un navegante puede llegar a desviarse de la ruta y encontrarse en serios
problemas.
A pesar de que esto se ha venido repitiendo como una explicación para las desapariciones en el Triángulo, la declinación magnética en realidad es algo que cualquier capitán de barco (y otros exploradores) han conocido (y sabido cómo gestionar) casi desde que existen los barcos y las propias brújulas. Este fenómeno es solo una novedad para los principiantes, nada de lo que un capitán experimentado se deba preocupar.
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